“Nunca hay tiempo para hacerlo todo, pero siempre hay tiempo para hacer las cosas más importantes”. Brian Tracy
¿Eres una persona muy ocupada?
Hay personas que se sienten útiles, exitosas y valoradas si están muy ocupadas. A muchas personas les gusta estar con exceso de trabajo, sentirse siempre ocupadas. Eso les da la sensación de que están sirviendo para algo. Algunas personas se acostumbran tanto al flujo de la adrenalina descargada en las crisis y en la gestión de agendas congestionadas y repletas, que dependen de ella para sentirse con entusiasmo y energía.
He escuchado con mucha frecuencia, con rostros que reflejan satisfacción, expresiones como éstas: ¡soy una persona sumamente ocupada, tengo muchas tareas que hacer, tengo muchos problemas que resolver en el día de hoy! No digo que esté mal el ocuparnos de nuestras responsabilidades, sino que el llenar nuestra vida de tareas, rutinas y urgencias, muchas veces al punto del agobio, no pueden ser un fin en sí mismo. “Estar muy ocupado” es, a veces, un mecanismo para llenar el vacío que produce el no tener propósitos claramente definidos en la vida, es una vía de escape por no tener claras nuestras prioridades. Dice S. Covey:” La adicción a lo urgente equivale a una conducta autodestructiva que llena en forma temporal el vacío que producen las necesidades insatisfechas”.
Si no logramos organizar nuestra vida con base a prioridades, siempre estaremos tentados a estar haciendo muchas cosas al mismo tiempo, o peor aún a sufrir de parálisis al sentirnos abrumados y desempoderados por tantas cosas que abruman nuestras vidas. Una meta valida es aspirar a simplificar nuestra vida.
Estar ocupado no es sinónimo de ser productivo, y actividad no es logro
La productividad y la afectividad no son sinónimos de ocupación. Estar ocupado no es necesariamente una cualidad. No se trata de «trabajar duro», sino de trabajar inteligentemente; trabajar con base a prioridades. No se trata de hacer más actividad, sino actividad intencional, estratégica y focalizada.
No hay que confundir trabajo y esfuerzo. Lo importante no es sólo que el esfuerzo sea muy intenso sino también que produzca el mayor impacto y resultado posible. El esfuerzo es valioso siempre y cuando tenga un sentido estratégico. Esforzarse sin conseguir resultados no es trabajar sino perder el tiempo y las energías.
De lo que se trata la efectividad es de enfocarse en aquello que aporta a la eficacia (valor agregado, resultados concretos, metas relevantes).
Para reflexionar:
- ¿Cómo está diseñada tu agenda diaria?
- ¿Repleta de tareas y actividades, o estratégicamente diseñada para atender las cosas importantes?
Nos gustaría que te integrarás a nuestra comunidad de aprendizaje a través de tus opiniones y sugerencias. Tú opinión cuenta para nosotros.
#vidaefectiva #desarrollopersonal