“El coaching no es una mera técnica que hay que aplicar rígidamente en determinadas circunstancias preestablecidas. Es una forma de gestión, un modo de tratar a la gente, una forma de pensar y un modo de ser. Ojalá llegue pronto el día en que el término coaching se haya completamente desvanecido de nuestro vocabulario y se convierta en la forma en la que nos relacionamos mutuamente en el trabajo y en cualquier parte”. Jonh Whitmore
Muchas personas (gerentes, líderes, e incluso coaches) definen el coaching como una herramienta o técnica de facilitación de efectividad en los objetivos de las personas; pero el coaching es más que una mera metodología; es más bien una forma de relacionarse desde un contexto cargado de autenticidad, sin prejuicios; abierto, fluido, seguro y creativo.
El coaching: una forma de conversar centrada en agregar valor
Podemos asemejar el coaching más bien a una forma y filosofía de encarar las relaciones y las conversaciones, en la que el enfoque está en agregar valor a las personas, a través de un acompañamiento y acompasamiento en el que intencionalmente se busca facilitar un proceso de toma de conciencia y asunción de la responsabilidad en las personas; porque el objetivo del coaching es fortalecer a las personas en su nivel de desempeño, autoestima, autoconfianza en sus destrezas y habilidades. El coaching busca habilitar y empoderar a las personas.
Si nuestras conversaciones persiguieran los objetivos del coaching, la posibilidad de que las personas pudieran desarrollarse, resolver sus conflictos, negociar acuerdos mutuamente beneficiosos, etc., sería mayor.
Cultivando una cultura conversacional
Esto amerita crear en el seno de las relaciones: matrimonios, familia, amistades, organizaciones, etc. una cultura conversacional, que promueva la escucha activa, la retroalimentación, la libertad para hacer preguntas poderosas, la rendición de cuenta, entre otros factores clave. Bajo este enfoque las conversaciones serían más relevantes, significativas y edificantes.
Puedo valerme del coaching sin ser coach
Esto coloca el coaching al alcance de muchas personas, y no sólo restringido al ámbito del ejercicio profesional de coaches certificados. Si se tiene la intención y el enfoque para incluir en las conversaciones (en familia, entre amigos, en el contexto laboral, entre otros), algunas de las disciplinas y herramientas del coaching como el escuchar activamente al otro, el establecer relaciones auténticas, el acompañar al otro haciéndole preguntas indagatorias sobre sus deseos, necesidades, oportunidades, etc., aun sin ser un coach experto, se puede avanzar mucho en facilitar al otro, un espacio para la reflexión, la toma de conciencia y la habilitación para la acción enfocada y efectiva.
Para reflexionar:
- ¿Cómo son tus conversaciones?
- ¿Cuáles son los resultados que obtienes de tus conversaciones?
- ¿Te gustaría saber más sobre el coaching, y sobre cómo puedes aplicarlo en tus interacciones personales?
Nos gustaría poder conocer tu opinión y comentarios sobre este tema, y que juntos podamos crecer con el intercambio de opiniones.
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