“El hombre prudente prevé las dificultades y se prepara para ellas; el simple avanza ciegamente y sufre las consecuencias” (Proverbios 22:3). “El hombre sensato se anticipa a los problemas y se prepara para enfrentárseles. El simple no prevé y sufre las consecuencias” (Proverbios 27:12).
La planificación trae certidumbre y confianza
Planificar no provee una garantía para llegar al futuro visualizado, pero contribuye a diseñar ese futuro en forma más realista, al proveer de una estructura para la acción coherente e intencional.
Al planear nuestra vida se vuelve más predecible, ordenada y con significado. La planificación reduce la incertidumbre y crea confianza en la gente, al permitir analizar el futuro, anticipar cambios, examinar posibles problemas y, de esta forma, preparar las respuestas adecuadas. Permite accionar con certidumbre, convicción y determinación, más que reaccionar a los acontecimientos. La planificación es una respuesta a las complejidades, incertidumbres y problemas existentes en el entorno; una manera de enfrentarlas con efectividad.
La planificación contribuye a construir recursos de afrontamiento contra las posibles amenazas futuras. De esta forma, planificar puede contribuir a evitar efectos indeseables de acontecimientos que puedan ocurrir en el futuro. La previsión es el mejor medio de prevención.
Este proceso requiere disciplina, proactividad, enfoque e intencionalidad. Una nueva forma de pensar y conducirse. Demanda también organizarse por prioridades: dejar de andar por inercia, lo que supone atender y gestionar en forma reactiva. Sin prioridades claramente definidas es muy difícil tener convicción y certidumbre en lo que se hace.
La planificación conlleva previsión. Lo contrario, es conducirse gerenciando por contingencia; enfocarse en las crisis y los problemas apremiantes, en lo que requiere atención inmediata. Planificar, por el contrario, requiere enfocarse en lo importante más que en lo urgente, vale decir, el valor agregado, los resultados y la contribución. Tiene una orientación más a las oportunidades que a los problemas. Es una forma de traer los problemas futuros para tratar con ellos en el presente y convertirlos en oportunidades.
Una metáfora ilustrativa del valor de la planificación
La metáfora empleada por Jesús de Nazaret es bien ilustrativa al respecto: “Porque ¿quién de vosotros, que queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? Y sino puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz” (Lucas 14:28-30).
Para reflexionar:
- ¿Tienes prioridades claramente definidas?
Agradecemos tu apoyo para difundir estos temas que creemos son útiles para el desarrollo personal. Puedes darle clic en los iconos de las redes sociales, o puedes recomendar esta lectura. También nos gustaría conocer tu opinión.
!Juntos podemos marcar una diferencia!
#planificar #certidumbre #proactividad #anticipación