La comunicación es tal vez la mayor causa de conflictos en las personas. Es también la habilidad más útil para construir relaciones saludables y nutritivas; pero al mismo tiempo es también el reto más grande en las relaciones
La comunicación es una competencia medular para el cultivo y el éxito de la vida relacional. Las relaciones están hechas de comunicación. Y las relaciones son lo que son su comunicación, ni más ni menos.
Por otra parte, la comunicación es catalizadora y soporte para el desarrollo de otras competencias fundamentales para la buena marcha de las relaciones, como son: la capacidad para gestionar conflictos, la destreza para negociar y llegar a acuerdos, la capacidad para contextualizarse, la habilidad para definir y establecer límites, etc.
Axiomas de la comunicación
La comunicación efectiva responde a unas leyes o axiomas, que son importantes observar en la comunicación que se establece en una pareja. La principal importancia de los axiomas de la comunicación radica en que nos permite darnos cuenta de algunos errores y ruidos de los cuales no somos conscientes y que nos podrían ayudar a mejorar nuestra comunicación. Detallemos los axiomas:
1. Es imposible no comunicarse
Todo lo que hacemos es comunicación
Comunicarse no es sólo hablar o no hablar: todo acto que hacemos, o incluso los que no hacemos, tiene un significado que puede ser percibido o interpretado y alterar el comportamiento de los receptores.
Todo comportamiento es una forma de comunicación. Como no existe forma contraria al comportamiento en un organismo vivo (no-comportamiento), tampoco existe no-comunicación. Todo lo que hacemos, por comisión o por omisión, comunica: los gestos, las palabras, las actitudes, el ritmo, la pausa, la postura del cuerpo, la distancia a la que comunicamos, la vacilación, las emociones que subyacen detrás de las palabras, el silencio.
2. Toda comunicación tiene un nivel de contenido y un nivel de relación
El mensaje transmitido va a ser interpretado por el oyente o el receptor en función a la relación que mantenga con el emisor. Cada persona responde a ciertos mensajes (contenidos) de acuerdo a las características de la relación (relacional) en la cual son dichos.
El contenido es aquello de lo que hablamos con los demás, pero ese contenido está influenciado por la relación con el otro. De tal manera, que el nivel de relación supone una meta-comunicación, pues clasifica al contenido.
Esto significa que toda comunicación tiene, además del significado de las palabras, información sobre cómo el que se expresa quiere ser entendido y que le entiendan, así como la persona receptora va a entender el mensaje; y cómo el primero ve su relación con el receptor de la información.
Tan buena es la relación, tan buena es la comunicación
Por otra parte, la comunicación nunca será superior al nivel de relación. Por tanto, si se quiere mejorar la comunicación se necesita mejorar el nivel de relación. La comunicación eficaz cuida del otro (a): muestra respeto, tolerancia, empatía, amabilidad, lealtad, entre otros factores que cultivan la relación. La comunicación entre dos personas no irá más allá del nivel de relación cultivado.
El nivel de relación determina el nivel de comunicación. Las buenas conversaciones surgen de las buenas relaciones.
En la medida que la relación crece, también crece el nivel de la comunicación. Cuando la relación crece en transparencia, confianza e intimidad, los interlocutores se sentirán más cómodos tratando temas de mayor nivel de profundidad.
En este sentido, podemos decir que existen varios niveles de comunicación que se dan entre las parejas, según el grado de confianza e intimidad que exista entre ambos, vale decir, dependiendo de cuánto se haya cultivado la relación.
3. La naturaleza de una relación depende de la graduación que los participantes hagan de las secuencias comunicacionales entre ellos
Todo tipo de interacción comunicativa se da de manera bidireccional
El emisor y el receptor (los cónyuges) se afectan mutuamente, generando el uno una reacción en el otro y generando una secuencia determinada.
Tanto el emisor como el receptor de la comunicación estructuran el flujo de la comunicación de diferente forma y, así interpretan su propio comportamiento como una reacción ante la del otro. Un ejemplo muy sencillo de ver es lo que ocurre por ejemplo en las discusiones, en que el conflicto puede ir escalando al reaccionar uno a los mensajes del otro.
La comunicación es un proceso cíclico en el que cada parte contribuye a la continuidad (o ampliación, o modulación) del intercambio. Así, por ejemplo, la forma como escuchamos es una retroalimentación, que puede indicarle al otro interlocutor, aprobación o desaprobación, apertura o negación, acuerdo o desacuerdo, etcétera, lo que determina el curso que seguirá la comunicación. Por eso la escucha activa y empática es esencial para promover un grado de confort, intimidad, confianza para comunicarse con libertad.
Los conflictos y su resolución en función de la puntuación de la secuencia de hechos.
Los conflictos en las relaciones interpersonales tienen que ver, sobre todo, con la distinta y complementaria puntuación que cada uno hace de los hechos.
Así, por ejemplo, una persona le dice a otra: “te rezongo porque vienes tarde” y el otro le dice: “vengo tarde porque me rezongas”. De esta forma ninguno de los dos se hace responsable de su parte y pone la responsabilidad en el otro. Con ello, ninguno puede cambiar porque el que tendría que cambiar es el otro y no él o ella
4. El contexto le da sentido al mensaje
La comunicación es comprendida según el contexto en que ocurre. Un mensaje fuera de contexto puede hacer mucho ruido en la comunicación. Por lo tanto, es importante tomar en consideración el momento y lugar en que se da el mensaje, para que el contenido tenga sentido para el interlocutor.
La comunicación presenta dimensiones de contenido y de relación, por lo que no sólo es importante lo que se dice, sino también el contexto en que se dice (cómo, dónde y cuándo). Hay aspectos de la vida relacional de pareja que necesitan ser conversados en la privacidad e intimidad de la alcoba, o en el momento que se tiene ganada la atención y buena disposición del cónyuge. Esto implica comunicar con prudencia, buscando la oportunidad y momento en que el mensaje pueda ser recibido adecuadamente.
5. Existen dos tipos básicos de comunicación: verbal y no verbal
No solamente es importante lo que se dice, sino también la forma como se dice. Según los expertos el 93 % de la comunicación es no verbal (55% gestos, respiración, distancia y postura del cuerpo; 38% tono, resonancia, proyección) y 7% verbal.
Por lo tanto, es importante escuchar no sólo el contenido de las palabras, sino también la postura del cuerpo, los gestos, el silencio y el tono, ritmo, pausa y vacilaciones en la comunicación. La comunicación efectiva entre los cónyuges implica comunicar desde la persona total (lo que dice, la forma y tono en que lo dice, los gestos y postura del cuerpo) a la persona total que es el otro cónyuge (lo que dice, la forma y tono en que lo dice, los gestos y postura del cuerpo).
Lo que hablamos, lo que escribimos, forma parte del aspecto digital de nuestro mensaje. Mediante lo digital expresamos lo que queremos decir usando el lenguaje para denominar los objetos y para decir lo que queremos transmitir. Transmitimos datos e informaciones sobre las cosas, mediante lo verbal. La parte no verbal de nuestro mensaje tiene que ver más con nuestro ser, con nuestros sentimientos, con nuestros estados de ánimo, y por ello lo no verbal, lo analógico, da más información de nosotros mismos que lo que decimos verbalmente en un momento determinado.
En este sentido, podemos interpretar cosas muy diferentes si alguien nos dice “llegas pronto” sonriendo, o si nos lo dice enfurruñado, con los brazos en cruzados y dando golpecitos con el pie.
6. Existen en la comunicación realidades de primer y de segundo orden
Las realidades de primer orden se refieren a lo obvio y fenomenológico, a los hechos, a las situaciones; mientras que las realidades de segundo orden se refieren a los juicios de valor, a los prejuicios.
Cuando en la comunicación utilizamos realidades de segundo orden como realidades de primer orden, causamos mucho ruido en la comunicación. Los interlocutores se pueden poner a la defensiva, pues los juicios de valor pueden ser muy amenazantes. Por eso es importante exponer ante el otro (a) las ideas y necesidades hablando desde sí, sin evaluar al otro (a).
7. Simetría y complementariedad de las interacciones
Hay que tener en cuenta que puede haber relaciones de simetría o complementariedad en las relaciones entre las personas, según si todos tienen el mismo rol o posición de poder o bien si dicha relación es desigual.
Existen actos comunicativos en los que una persona dirige el intercambio desde una posición de superioridad (algo que hace el intercambio más restringido especialmente para quien tiene la posición inferior), mientras que en otros más simétricos la comunicación es mucho más bidireccional y abierto. Estos diferentes tipos de relación pueden marcar en gran medida la funcionalidad y los resultados del intercambio comunicativo.
Si una de las personas se erige como superior al otro (a), este restringirá la apertura del otro (a). Independientemente de los roles que se asumen en la relación (sea trabajo, pareja, etc.) las personas están al mismo nivel como persona (no hay alguien superior o inferior).
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