“La incertidumbre causa dolor. Asombrosamente, en algunos casos incluso más dolor que la muerte”. Tim Hurson
Vivimos una época de mucha incertidumbre y ambigüedad debido a los constantes, acelerados y profundos cambios; sumado a la sobreinformación y, por otro lado, a la falta de información fidedigna, específica, precisa y clara en relación con nuestros asuntos clave.
La ambigüedad y la incertidumbre crean mucho estrés, frustración, aprensión y pueden paralizar la toma de decisiones. La ambigüedad y la incertidumbre nos enfrentan al reto entender la complejidad y manejar el riesgo.
Cómo gestionar la ambigüedad e incertidumbre
Aun cuando no podemos eliminar la ambigüedad e incertidumbre, pues no tenemos control del entorno, si podemos reducir su influencia. Cultive la habilidad de manejar la ambigüedad e incertidumbre, para lo cual le sugerimos:
- Sea flexible para adaptarse a las nuevas situaciones. Revise sus propios paradigmas.
- Haga contacto con sus necesidades, ellas son una guía orientadora.
- Haga simple lo complejo: entender lo esencial de la situación.
- Céntrese en lo esencial e importante, lo cual supone definir prioridades.
- Defina, clarifique y priorice su sistema de valores como guía en la toma de decisiones.
- Trabaje con la aprensión al riesgo: tomar decisiones con información incompleta o soportar el riesgo de fracasar.
- Desarrolle una mentalidad estratégica (previsiva, orientada a la planificación). Contextualícese para ser relevante y pertinente.
- Aprenda a visualizar el futuro: ser activo y proactivo en explorar la realidad: entender el entorno.
- Enfóquese en su área de influencia en vez de su área de preocupación: dejar de controlar lo incontrolable para comenzar a entender lo desconocido, y aprovechar las oportunidades.
- Haga simple lo complejo: entender lo esencial de cada situación. Céntrese: captar lo esencial y trabajar con eso. Simplifique su vida.
- Asuma la responsabilidad por sus decisiones.
- Busque consejo. Hay sabiduría en la multitud de consejeros. Privilegie la experiencia.
- Cultive la inteligencia emocional.