¿Cuál es tu perspectiva como líder?

Arnoldo Arana

Doctorado en Consejería de la Universidad Rhema en Jacksonville, Florida – USA. Maestría en Gerencia de Empresa y Lcdo. en Contaduría Pública. Coach certificado por la ICF. Psicoterapeuta. Escritor y conferencista en liderazgo, coaching y vida familiar.
26 febrero 2021

Aprendiendo a poner las ideas y opiniones en contexto

Perspectiva tiene que ver con la forma propia de ver las cosas, con el marco de referencia con que se analizan las cosas. El punto es que muchas veces no somos conscientes del marco de referencia que utilizamos cuando tomamos decisiones; o asumimos que nuestro punto de vista es “el punto de vista”, y no un punto de vista.

Los líderes necesitan aprender a revisar su perspectiva sobre los asuntos en lo que toman decisiones; y aún estar dispuestos a cambiar su posición con respecto a los problemas, las circunstancias, las personas, etcétera. En muchas ocasiones el líder necesita experimentar un cambio de perspectiva para evaluar otros puntos de vista, para obtener otras soluciones, para dar lugar a otros paradigmas, de lo contrario se puede caer en el sectarismo y el dogmatismo. Este proceso ayuda a tomar decisiones más relevantes y contextualizadas más allá de lo obvio que se ve, sobre todo en situaciones complejas y de incertidumbre.

Ajustando los lentes como líderes

En relación a este proceso de cambio de perspectiva dice Warren Bennis: “Cambiar de posición lo cambia a uno. Si se toman los mismos hechos pero se modifica el punto de vista, todo se ve de otra manera”. Esta flexibilidad de pensamiento es fundamental en los líderes, para mantener su sentido de pertinencia en la toma de decisiones”. Para lograr esta flexibilidad de pensamiento se precisa de crecer en el conocimiento de sí mismo. Este proceso implica, además, aprender a pensar.

La habilidad de pensar requiere práctica consciente, deliberada y sistemática

Pensar es algo que se aprende. Esto conlleva desarrollar ciertas destrezas en cuanto  la lectura del entorno, el análsis de la realidad, ser consciente de la información que se necesita para documentar una decisión, planificar lo que se requiere hacer, percibir las amenazas y oportunidades del entorno, aprender a pensar en forma estratégica, vale decir, con capacidad de anticipación, con adaptabilidad y apertura a los cambios (desarrollar una mentalidad estratégica), desarrollar una actitud abierta y receptiva hacia nuevas formas de hacer las cosas, cultivar la intuición, aprender a hacerse preguntas para indagar con profundidad y amplitud, aprender a reflexionar sobre el conocimiento y sobre la experiencia, desarrollar la metacognición, lo cual implica la comprensión del propio funcionamiento cognitivo, aprender a pensar en forma sistémica, sabiendo que la realidad es compleja, multicausal e interconectada, entre otras.

Por otra parte, los líderes necesitan desarrollar su propia perspectiva (estilo); su propio punto de vista sobre la realidad. El líder requiere de originalidad y autenticidad, de lo contrario no podrá desarrollar su propio estilo. Dice Warren Bennis:

“Liderazgo sin perspectiva y sin punto de vista no es liderazgo”.

Un inventario de mi estructura mental

  • ¿Cómo es su perspectiva?
  • ¿Tiende a ser conservador o es más tomador de riesgos?
  • ¿Tiene una visión de corto plazo o de largo plazo?
  • ¿Es más intuitivo o es más sensorial?
  • ¿Es más racional o es más emocional?
  • ¿Es más perceptivo (va con la corriente) o más calificador (estructurado)?

Examinando mi perspectiva

Las respuestas a las siguientes preguntas pueden brindarle alguna claridad en algunos aspectos básicos (tomado del libro Cómo llegar a ser líder, Warren Bennis) sobre su perspectiva:

  • Cuando usted considera un proyecto nuevo, ¿piensa primero en sus costos o en sus beneficios?
  • ¿Coloca en primer lugar las utilidades o el progreso?
  • ¿Prefiere ser rico o ser famoso?
  • Si le ofrecieran un ascenso que le exigiera trasladarse  otra ciudad, ¿comentaría la propuesta con su familia antes de aceptarla?
  • ¿Prefiere ser un pez chico en un estanque grande, o un pez grande en un estanque chico?
  • En la gestión del liderazgo que ejerce en su organización, está orientado al consenso y la negociación, o las transformaciones  y cambios.

Si usted, por ejemplo, piensa en los costos de un proyecto o le concede más importancia a las utilidades que al progreso, entonces su perspectiva es a corto plazo. Si, por ejemplo, no consulta con su familia, la aceptación de un ascenso que implica mudarse de ciudad, demuestra que su familia tiene una baja prioridad vs su trabajo. Si, por ejemplo, está orientado al consenso y la negociación, demuestra ser un líder transaccional; pero si está más orientado a los cambios y las transformaciones, demuestra ser un líder con una perspectiva transformacional.

Lo cierto es que al comprender mejor tu dimensión psicológica en el ejercicio de tu liderazgo, podrás darte cuenta de algunas dinámicas hasta ahora imperceptibles.

Para reflexionar:

  • ¿Hasta qué punto son correctas y válidas las generalizaciones que se haces?
  • ¿Qué tan contextualizados son tus criterios con la realidad sobre la cual decides?
  • ¿Qué tan libre de prejuicios y sesgos cognitivos están las decisiones que tomas?
  • ¿Tienes la capacidad de ver cosas nuevas, y de ver oportunidades donde hay poblemas?
  • Eres capaz de revisar y cuestionar tus perspectivos sobre diversos asuntos, como una vía para generar un nuevo entendimiento y nuevas ideas?
  • ¿Cuán conscientes estás de tus habilidades de pensamiento y tus deficiencias?

#perspectiva #liderazgo

Arnoldo Arana

Doctorado en Consejería de la Universidad Rhema en Jacksonville, Florida – USA. Maestría en Gerencia de Empresa y Lcdo. en Contaduría Pública. Coach certificado por la ICF. Psicoterapeuta. Escritor y conferencista en liderazgo, coaching y vida familiar.

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