«El secreto de la eficacia está en la concentración de los esfuerzos» (Peter Drucker).
Mientras más concentrado es el esfuerzo, mayor es el grado de eficacia que se consigue. Sobre todo, cuando ese esfuerzo enfocado está dirigido a las actividades importantes, esenciales y medulares. En otras palabras, el enfoque debe estar dirigido a la creación de resultados, a la contribución, a lo que agrega valor. Y en el plano individual implica concentrarse en los puntos fuertes de uno, y facilitar el proceso para que los colaboradores se centren en sus puntos fuertes, vale decir, en las áreas en que cuentan con los talentos y habilidades.
En ese sentido, deberíamos preguntarnos ¿en qué actividades estoy invirtiendo mi tiempo y esfuerzo? ¿Qué actividades no medulares puedo delegar en mis colaboradores? ¿Intento realizar diversas tareas a la vez? ¿O me concentro en una única cosa y me muevo de manera programada, aunque no frenética a partir de mis prioridades?
Enfoque significa decidir hacia donde direccionar la energía (tiempo, atención, talentos, recursos), para concentrarla en objetivos concretos y definidos, vale decir, metas y objetivos claros y específicos, que incluyan un plan de acción, lo cual implica un esfuerzo por definir y establecer prioridades (enfoque es esfuerzo concentrado y priorizado).
También se necesita desarrollar la capacidad de simplificar la vida, y concentrar el esfuerzo en pocos objetivos a la vez, que es lo que llamamos esfuerzo concentrado.
No más de 2 ó 3 metas a la vez
“Una cosa a la vez: es importante que nos concentremos en la tarea que actualmente tenemos entre manos”. John Hughes.
El esfuerzo concentrado genera resultados extraordinarios. Lo contrario, la falta de enfoque y atención concentrada en objetivos concretos, diluye y debilita nuestra energía (tiempo, dinero, recursos, atención, esfuerzo, etc.), al dispersarla en muchas actividades y objetivos disímiles a la vez, lo que hará que alcancemos sólo parcialmente algunos de ellos. Un refrán popular dice que “el que asa varios conejos al mismo tiempo, alguno se le quemará”, y otro refrán dice que “el que mucho abarca poco aprieta”. Pero, si, por el contrario, concentramos toda esa energía en pocos objetivos a la vez, seguramente nuestra efectividad y resultados serán mejores.
La falta de enfoque nos desempodera, nos desgaste y diluye, por carecer de un foco que concentre nuestra acción, y nos permita mantener un esfuerzo concentrado y consistente.
La clave para desarrollar ENFOQUE y efectividad personal es concentrar la energía (tiempo, dinero, talentos, atención) en pocos objetivos a la vez, en lugar de dispersar y diluir la energía en muchos objetivos simultáneamente.
Simplificar la vida para ser efectivo
Detrás del noble arte de terminar las cosas, está el arte de no terminar otras cosas. La sabiduría en la vida consiste en la eliminación de las cosas no esenciales. Lin Yutang
Desarrollar enfoque va a demandar saber a qué decir NO y qué cosas asumir como objetivo. Desarrollar enfoque no sólo significa decidir en que enfocarse, sino también ser capaz de decir NO a otras docenas de cosas, a fin de lograr concentrar la atención y el esfuerzo en pocos objetivos al mismo tiempo.
Para alcanzar los objetivos más importantes, es necesario renunciar a muchas cosas menos importantes. Es un asunto de definir prioridades.
Su tiempo y sus recursos son finitos y limitados, y necesitan utilizarse de manera concentrada para poder ser efectivo. Lo único que tenemos en esta vida es tiempo: la diferencia está en cómo utilicemos ese tiempo y cómo lo sepamos rentabilizar. No vamos a poder hacerlo todo, escojamos que vamos a hacer.
¿Cuáles son sus objetivos más importantes?
Agradecemos tu apoyo para difundir estos temas que creemos son útiles para el desarrollo personal. Puedes darle click en los iconos de las redes sociales, o puedes recomendar esta lectura. También nos gustaría conocer tu opinión.
0 comentarios