No permita que lo urgente ocupe en su vida el lugar de lo importante. Naturalmente, lo urgente luchará, arañará y gritará pidiendo su atención; reclamará nuestro tiempo, e incluso nos hará pensar que hemos hecho lo que debíamos calmando sus nervios. Pero lo trágico del caso es que, mientras usted y yo estábamos apagando los fuegos de lo urgente (algo de todos los días), lo importante quedaba otra vez en un compás de espera. Además, cosa interesante, lo importante no es ruidoso ni exigente; a diferencia de lo urgente, espera paciente y en silencio a que nos demos cuenta de su trascendencia (Folleto titulado La Tiranía de lo Urgente).

¿Constantemente anda usted apagando fuegos y atendiendo emergencias? ¿Es usted un especialista en atender urgencias?

Hay personas se han vuelto adictas a lo urgente. Necesitan sentir el flujo de la adrenalina descargada en las crisis y en la gestión de agendas congestionadas y repletas, para sentirse con entusiasmo y energía. Con frecuencia mucha gente se deja tiranizar de asuntos «urgentes». Esta actitud en el fondo refleja una falta de prioridades claramente definidas. Muy pocas veces pueden percibir con claridad meridiana cuáles son las cosas importantes para su vida, profesión, negocios, etc. La mayoría de las veces las cosas importantes tienen que «luchar» contra una infinidad de otras no importantes para abrirse paso y hacerse visibles.

La clave para distinguir lo importante de lo trivial radica en la clarificación de los objetivos fundamentales de nuestra vida. Esto nos permitirá saber qué nos acerca o aproxima a esos objetivos  importantes y qué nos aleja. Una vez definido esto, la siguiente tarea es separarlos de la multitud de ocasiones y situaciones que se nos presentan cotidianamente. Al conocer con claridad cuáles son los asuntos vitales, podremos dedicarles la mayor parte de la energía a ellos y así obtener los resultados o logros esperados. Si aplicamos el esfuerzo a las cosas triviales no obtendremos los mejores resultados.

A modo de reflexión:

• ¿Cuáles son las cosas importantes en su vida?
• ¿Hace esfuerzos para organizar intencionalmente sus recursos, dinero, tiempo y energía para atender esas áreas importantes?
• ¿Cuáles son sus prioridades? ¿Si las tiene, están claramente jerarquizadas?
• ¿Cuenta con metas claramente definidas para desarrollar esas prioridades? Más aún, ¿cuenta con un plan de acción detallado para alcanzar esas metas?
• ¿Comprende Ud. sus limitaciones en cuanto al tiempo? ¿Tiene para usted algún sentido o utilidad presupuestar su tiempo?
• ¿Bajo qué criterios organiza y agenda  su tiempo?
• ¿Está usted apagando los fuegos de lo urgente o está centrado (a) en lo importante (lo que agrega valor)?
• ¿Cómo siente que está utilizando o transcurre su tiempo a través de sus hábitos?
• ¿Qué puede hacer para mejorar su eficacia personal y, por ende, su aporte a la eficacia de su organización?