El crecimiento personal es crecimiento en carácter, más que crecimiento en lo académico o en la educación en general, sin dejar de tener importancia éstos aspectos.
Lo cierto es que el crecimiento que se fundamenta en el desarrollo de habilidades, talentos, conocimientos técnicos, etc. no es tan valioso en términos de crecimiento personal y no es tan sustentable en el tiempo, como el desarrollo del carácter. Al fin y al cabo, lo bien que nos desempeñamos depende del carácter que formamos. Lo que una persona es, su carácter, determinará si su inteligencia, sus talentos, sus competencias, su energía, su esfuerzo, sus capacidades para los negocios y sus oportunidades tendrán éxito. De modo que la formación de un buen carácter facilita y coadyuva a desatar y mantener el esfuerzo de la habilidad, talentos y vocaciones. Pero si el carácter es deficiente, terminará anulando u obstaculizando el ejercicio y desarrollo de los talentos e inteligencia, fallando de esta manera en alcanzar todo el potencial de la persona.
Hay algunas ideas y reflexiones importantes sobre el crecimiento personal, que son necesarias entender:
La madurez o el desarrollo personal, no es instantánea y nunca lo será
Es más un proceso (madurar en carácter, quemar etapas, asumir responsabilidad, crecer en autoconocimiento) que un evento (cursos, seminarios, experiencia extraordinaria vivida). La madurez no es instantánea, sino un proceso. No se madura como un acto, sino a través de un proceso intencional.
La madurez profesional, emocional, intelectual o espiritual se desarrollan diariamente, no en un día; es un proceso, no un acto instantáneo. Para entender lo antes expuesto, me justa ejemplificarlo con el sistema productivo de una granja. Para cosechar algún fruto de la tierra, se precisa cumplir algunos pasos básicos e indispensables: preparar la tierra, sembrar las semillas, desbrozar la tierra, regar con agua y luego abonarla gradualmente, además de cumplir con algunas condiciones de humedad y sol, para finalmente cosechar. Si usted salta alguna etapa en este proceso, el resultado será una cosecha raquítica o nula. De hacerlo estaría violando algunas leyes naturales, que actúan en forma silenciosa pero certeramente y son las que determinan los resultados.
Por otra parte, crecer personalmente no es un destino ni una meta, es un proceso que dura toda la vida. El desarrollo del carácter lleva tiempo. Implica un proceso continuo, gradual, progresivo y de maduración. No viene a través de la adopción de recetas fáciles y rápidas – formulas prefabricadas. No hay soluciones o recetas instantáneas (cursos, recetarios, formulas, nuevas técnicas, etcétera). No por realizar algún taller o curso de mejoramiento personal, ya somos maduros de carácter.
Madurar es una elección personal
Podemos pasar por la vida en automático, o sin asumir la responsabilidad por nuestra vida, o podemos elegir vivir conscientes y hacernos responsables y decidir crecer. Para crecer hay que asumir la responsabilidad del propio desarrollo, sin delegarlo en otros.
El crecimiento personal es un proceso que siempre ocurre de adentro hacia afuera, y no a la inversa
Y esto implica afectar el carácter, más que los aspectos externos: imagen, fachada, etc.
Mucha gente cuando se enfoca en el desarrollo personal se enfoca en crecer en grandeza secundaria (énfasis en la expresión y formas externas: imagen, carisma, cambios cosméticos, recetas rápidas y fáciles de implementar) que en la grandeza primaria (transformación del carácter: desarrollos de virtudes, madurez emocional, construcción de hábitos saludables y de efectividad personal, edificación de una autoestima saludable). Estos dos enfoques generan resultados muy distintos.
El crecimiento y desarrollo personal verdadero es integral y no focalizado en un área específica
Incluye lo cognitivo, lo emocional, lo físico, lo moral y lo espiritual; lo familiar, lo académico, lo profesional y lo personal.
El desarrollo personal saludable y sustentable en el tiempo es equilibrado
No deja por fuera ninguna de las áreas básicas de la persona: salud, familia, finanzas, relaciones, etc., ni ninguno de sus roles esenciales: padre-madre, hijo (a), trabajador, cónyuge, miembro de una comunidad, etc. La falta de equilibrio en alguna de las áreas o roles, compromete el buen desarrollo y funcionamiento del resto.
Crecer equilibradamente es el único crecimiento sostenible en el tiempo; es lo sano. La vida sana tiende al equilibrio. Cuando el crecimiento no es equilibrado, la vida se vuelve disfuncional.
El crecimiento equilibrado es un indicador de la madurez y salud psicológica de una persona.
Mi concepto de una personal funcional es aquella que es capaz de hacer que todo lo que se es y hace funcione de manera armónica. Asimismo, disfuncionalidad es la incapacidad de lograr que todo lo que se es y hace funcione de manera equilibrada y armónica.
El crecimiento personal es un proceso que dura toda la vida, y nunca debería cesar
Nunca se completa en sí mismo. En el momento que dejamos de crecer, comenzamos a decrecer, porque nos estacamos. Lo único sostenible en términos de crecimiento, es el crecimiento permanente.
La vida es crecimiento, y cuando éste no se da, la vida se marchita. Y el crecimiento es equivalente a cambio. El estancamiento engendra corrupción. El cadáver inmóvil pertenece a los gusanos. El agua estancada se pudre. El crecimiento es inherente a la vida misma. El crecimiento es el síntoma que acompaña a una persona sana. Cuando se deja de crecer, la alternativa es la muerte. Sí no estamos creciendo, estamos viviendo en forma opuesta a la ecología y las leyes naturales.
Todo lo que deja de crecer, decrece, se corrompe. Todas las cosas tienden hacia su destrucción final (entropía). Nuestra ropa se desgasta, las casas se deterioran porque los materiales se vencen. Esta ley no sólo se aplica al mundo natural, sino también al área personal: intelectual, emocional y espiritual; al mundo de los negocios y de las organizaciones. Las organizaciones y los sistemas se comportan igual que los organismos vivos: nacen, crecen y mueren. Y la única forma de perpetuar su vida es mantenerse creciendo y adaptándose a los cambios, manteniendo un dinamismo que le permita seguir construyendo y regenerando las estructuras de esos sistemas.
Si usted cesa de crecer hoy, deja de producir y de dar mañana. Por ejemplo, si usted es abogado y no se informa sobre las nuevas leyes o las reformas a leyes existentes, se desactualiza y pierde conocimiento para ejercer su profesión; si usted es educador y deja de crecer hoy, deja de enseñar mañana, porque no puede dar lo que no tiene.
El crecimiento es el síntoma que acompaña a una persona sana
Quien no crece es porque está funcionando desde la patología, porque no normal es que la persona se orienta hacia el crecimiento.
No hay crecimiento sin cambio
El cambio está asociado a la necesidad de crecimiento. Como lo expresa Manuel Barroso: “Cambio significa una oportunidad para el crecimiento”. No cambiar es no crecer. Resistirse al cambio es resistirse al crecimiento.
El cambio visto como la necesidad de crecimiento, va más allá de una acción puntual y episódica, o de adoptar una receta rápida y fácil. Es más profundo que la simple solución cosmética a un problema puntual. Por otra parte, cuando los sistemas se estancan, envejecen e impasan, la necesidad del cambio se hace evidente.
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