Desarrollar una mentalidad fuerte demanda buscar diligentemente descifrar la realidad, caminar en la verdad.
No se puede desarrollar una mentalidad fuerte viviendo fuera de la realidad, idealizándola, negándola, tergiversándola. Vivir sin dedicación a la verdad nos lleva a vivir en lo falso, lo irreal y lo ilusorio.
Pero cuando más claramente veamos y aceptemos la realidad, mejor equipados estaremos para tratar con los asuntos del mundo, resolver los problemas y adoptar líneas correctas de acción.
Realidad: aliada o enemiga
La realidad puede ser nuestra enemiga o nuestra aliada, según la idealicemos e ignoremos, o la definamos como es, la veamos con sentido de realismo. Si la idealizamos o tergiversamos, ella nos sorprenderá y nos arrollará, causándonos perjuicio; pero si la vemos tal como es, entonces podremos prevenirnos para descifrarla a favor nuestro y afrontarla mejor, para prepararnos para afrontarla.
Si no se hacemos honor a la verdad – si se idealiza la realidad o se da lugar al engaño y la mentira – tarde o temprano la verdad nos confrontará, nos dejará desnudos y expuestos a la vergüenza y a la falta de credibilidad; nos pondrá también en desventaja y muy vulnerables frente a la realidad que ignoramos.
Por otra parte, mientras más claramente percibamos y aceptamos la realidad, mejor equipados y dispuestos estaremos para tratar los asuntos del entorno, por difíciles y adversos que puedan ser. Cuanto más idealizamos la realidad, o la falseamos, o la percibamos con error; más confundidos viviremos, más frágiles seremos ante la acción del mundo, y seres más propensos realizar acciones y tomar decisiones erróneas, a actuar reactivamente más que proactiva y estratégicamente.
Ahora, dedicarse a la verdad requiere desarrollar disciplina y proactividad para conocer la verdad. También requiere integridad para no auto-engañarnos y ser honestos con nosotros mismos. Ver la realidad como nos conviene o nos gustaría que fuera es un acto de falta de integridad básica; es autoengaño.
En pos de la verdad
Esto de procurar la verdad puede ser una tarea difícil porque constantemente somos bombardeados con muchas informaciones erradas, manipuladoras, sesgadas y parcializadas, movidas por intereses ajenos a los nuestros, que inclusive buscan coaccionarnos para que aceptemos esa versión parcializada de su verdad.
Algunas personas tienen la tendencia a decir verdades a medias o mentiras blancas, o sesgar/disfrazar la verdad, para evitar incomodidades, desaprobación o consecuencias negativas, o vivir en la negación de la realidad por temor a enfrentarla. Por eso no es fácil dedicarse a la verdad.
Aceptar la verdad implica, también, aceptar los desafíos de los que nos hacemos conscientes al ver la realidad como realmente es. También nos gana críticas, cuestionamientos, censuras de quienes nos quieren imponer su “verdad” y sus intereses.
Para ser efectivos debemos estar conscientes de la realidad, para ser relevantes y pertinentes en nuestras acciones.
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