Cuidar el planeta, las personas y la organización es la nueva rentabilidad.
El fin del liderazgo extractivo
No se puede liderar un futuro destruyéndolo en el presente.
Durante décadas, el liderazgo se midió por su capacidad de producir resultados financieros. Pero esa visión ha demostrado ser insuficiente, e incluso peligrosa. Modelos extractivos —que agotan a las personas, explotan los recursos naturales y destruyen culturas organizacionales— ya no son viables ni éticamente aceptables.
El World Economic Forum y el MIT Sloan Management Review advierten que los líderes deben cambiar radicalmente su mentalidad: ya no basta con ser eficientes; hay que ser responsables, sostenibles y regenerativos.
Un estudio de Deloitte (2023) reveló que el 73% de los jóvenes empleados elige trabajar en empresas que alinean su propósito con el bienestar social y ambiental.
Liderar regenerativamente: sembrar futuro, no solo cosechar ganancias
El verdadero liderazgo no explota, cultiva.
El liderazgo regenerativo no se conforma con “no dañar”; busca restaurar lo dañado y multiplicar lo bueno. Va más allá de la sostenibilidad. ¿Cómo?
- Diseña modelos organizacionales que regeneren el bienestar humano, la salud del ecosistema y la cultura interna.
- Prioriza el largo plazo sobre el beneficio inmediato.
- Integra decisiones que equilibren lo económico, lo ecológico y lo ético.
La consultora Regenerative Leadership Institute propone que los líderes regenerativos actúan como jardineros del sistema, cultivando condiciones fértiles para que personas, ideas y comunidades florezcan de forma sostenible.
Personas al centro: regenerar desde dentro
Cuidar a las personas es el primer paso para cuidar el mundo.
Organizaciones regenerativas comienzan por crear culturas de cuidado, dignidad y conexión. Se enfocan en:
- Bienestar emocional y mental.
- Equidad, diversidad e inclusión auténtica.
- Liderazgo distribuido y participativo.
- Espacios laborales humanos, flexibles y conscientes.
Un informe de Gallup (2024) indica que los equipos con líderes empáticos, que priorizan el bienestar, son un 23% más productivos y un 41% más comprometidos.
Cuando las personas se sienten cuidadas, cuidan a su vez el entorno y a los demás. Así, el liderazgo regenerativo es contagioso y expansivo.
Planeta: decisiones que sanan, no que destruyen
Un líder regenerativo piensa en generaciones, no en trimestres.
El impacto ambiental ya no es un tema opcional. Cada decisión cuenta: desde la cadena de suministros hasta las políticas energéticas o el modelo de negocios.
Liderar sosteniblemente implica:
- Medir el impacto ambiental real de la empresa.
- Optar por prácticas circulares, de bajo carbono y éticamente responsables.
- Invertir en regeneración de ecosistemas y comunidades.
Empresas como Patagonia, Interface o Danone han demostrado que se puede ser rentable cuidando el planeta. El futuro pertenece a quienes lideran con conciencia ecológica.
Cultura viva: regenerar el alma organizacional
La cultura es el terreno donde florece (o se seca) todo lo demás.
Una cultura regenerativa se basa en la confianza, la colaboración, el aprendizaje constante y la conexión con un propósito más amplio. Estas culturas:
- Aprenden de los errores, no los castigan.
- Premian la integridad, no solo el desempeño.
- Cultivan el propósito como un motor vivo, no como un eslogan.
El liderazgo regenerativo no impone un nuevo modelo; lo encarna. Se convierte en el reflejo vivo de la transformación que quiere ver.
Reflexión:
- ¿Estoy liderando con conciencia del impacto que dejo en las personas y en el entorno?
- ¿Qué decisiones recientes han sido regenerativas en mi equipo u organización?
- ¿Cómo equilibro lo urgente con lo importante para el bienestar colectivo?
- ¿Cuál es el legado ecológico, humano y cultural que quiero dejar como líder?
- ¿Qué cambios personales debo hacer para encarnar un liderazgo más sostenible?
Test de autoevaluación: ¿Soy un líder regenerativo?
Responde Sí (2 pts), A veces (1 pt) o No (0 pts):
- Promuevo decisiones que priorizan el bienestar a largo plazo sobre resultados inmediatos.
- Considero el impacto ambiental en cada acción estratégica.
- Fomento una cultura de cuidado y conexión entre los equipos.
- Me comprometo con la equidad, la justicia y la verdad.
- Busco restaurar lo dañado, no solo evitar más daño.
- Inspiro con el ejemplo, no solo con palabras.
- Participo en iniciativas que regeneren comunidades o ecosistemas.
- Evalúo continuamente si mis acciones reflejan mis valores.
- Reconozco que la rentabilidad no debe ser a costa de las personas o el planeta.
- Estoy dispuesto a cambiar hábitos organizacionales para crear una cultura más viva, consciente y ética.
Resultados:
- 17–20 pts: Eres un líder regenerativo en acción. Inspiras un nuevo modelo de liderazgo.
- 12–16 pts: Vas por buen camino, pero aún puedes alinear más profundamente tus decisiones.
- 0–11 pts: Es tiempo de revisar tu modelo de liderazgo y reconectar con un propósito mayor.
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