Los verdaderos líderes se reproducen en otros líderes

Arnoldo Arana

Doctorado en Consejería de la Universidad Rhema en Jacksonville, Florida – USA. Maestría en Gerencia de Empresa y Lcdo. en Contaduría Pública. Coach certificado por la ICF. Psicoterapeuta. Escritor y conferencista en liderazgo, coaching y vida familiar.
29 agosto 2024

Los líderes desarrollan líderes

Los verdaderos líderes tienen la capacidad de reproducirse en otros.

Al respecto dice Tom Peters: Los líderes no crean seguidores, crean líderes.

El desafío como líderes no es ser un líder de seguidores, sino un líder de líderes.

Los buenos líderes inspiran a otros para que sean nuevos líderes, para que desarrollen sus habilidades de liderazgo y crezcan como líderes. En ese sentido, se comprometen con su formación y buscan la manera de apoyarlos para que crezcan; ofrecen entrenamiento y oportunidades para ejercer el liderazgo; tutoran, coachean, acompañan, modelan.

Los líderes necesitan entender que los nuevos líderes no crecen espontáneamente como frutos silvestres; deben ser desarrollados intencionalmente. En ese sentido, dice Beverly Kaye: “Los grandes líderes saben que no pueden dar por sentada la aparición de nuevos líderes; se esmeran por brindarle a su gente las oportunidades, responsabilidades y entrenamiento necesarios para que crezcan y se fortalezcan en el liderazgo”.

Los líderes no surgen de la nada. Deben ser desarrollados y educados de tal manera, que adquieran las cualidades del liderazgo.

¿Qué hacer para desarrollar líderes?

Para esto los líderes al más alto nivel de la organización requieren:

  1. Identificar el potencial de liderazgo en otros.
  2. Brindar oportunidades de desarrollo a esas personas.
  3. Facilitar entrenamiento y capacitación a los candidatos a líderes.
  4. Proporcionar retroalimentación constructiva a los nuevos líderes.
  5. Fomentar la autonomía y la toma de decisiones de otros líderes.
  6. Inspirar a otros a convertirse en líderes.

El liderazgo requiere práctica

Por otra parte, el aprendizaje del liderazgo requiere práctica y desarrollo, y sin contexto de experiencia eso no es posible. Las personas que se desarrollan como líderes deben involucrarse en experiencias, oportunidades o roles que impliquen liderar. Estas actividades deben representar transiciones de cambio hacia nuevas posiciones, mayores niveles de responsabilidad, retos de trabajo, en interrelación con colaboradores, poniéndose a prueba en sus competencias. El objetivo de estas actividades es proveer a la persona de las oportunidades y desafíos reales para crecer en el ejercicio del liderazgo (desarrollar habilidades y destrezas) a través de la experiencia. En ese sentido, se requiere generar un ambiente donde se aprenda haciendo, experimentando y viviendo los conceptos de liderazgo. Y esa es una responsabilidad que los líderes viejos deben asumir para desarrollar nuevos líderes.

El liderazgo precisa de conexiones significativas

Por otro lado, crecer en liderazgo implica establecer conexiones significativas con personas que pueden contribuir con el desarrollo del liderazgo. Estas relaciones de apoyo y acompañamiento son un instrumento de primer nivel para catalizar los procesos de aprendizaje del liderazgo.

El desarrollo del liderazgo requiere modelaje

Un elemento que influye en la formación del liderazgo es a través del modelaje que recibimos de buenos líderes de los cuales observar y absorber cualidades de liderazgo. Ese es el poder de las relaciones significativas, sobre todo cuando se trata de personas con el potencial de añadir valor a nuestras vidas, dada su experiencia y sabiduría en el arte de liderar.

El aprendizaje del liderazgo tiene un buen porcentaje de aprendizaje implícito, que es el aprendizaje por imitación de los comportamientos observados en las personas que se toman como referencia de liderazgo. No se aprende a liderar tomando referencias de libros e historias, sino absorbiendo las experiencias vitales de modelos de carne y hueso, en tiempo real, y en contextos reales y concretos. Esa es otra responsabilidad que le compete a los viejos líderes: servir de referencia y modelo para los nuevos aspirantes a líderes.

¿Qué hacer para formar líderes?

Para que una organización sea exitosa se requieren de líderes a distintos niveles de la misma, que estén coordinando el trabajo, dirigiendo a la gente, inspirándola a alcanzar los objetivos.

Eso no lo consigue un solo líder que actúe como gran cacique de la tribu. Y esto no quiere decir que el liderazgo efectivo de aquellos que están en altas posiciones jerárquicas no sea importante. Al contrario, es muy importante. Pero es totalmente insuficiente. Así que hay necesidad de ampliar la base de liderazgo, formando otros líderes aguas abajo.

Si la persona o las personas en el tope de jerarquía son los “líderes”, entonces por definición nadie más lo es. Esto debilita el potencial de otros para exhibir el valor, tomar los riesgos y motivar la pasión que puede dirigir a compromisos genuinamente compartidos.

Arnoldo Arana

Doctorado en Consejería de la Universidad Rhema en Jacksonville, Florida – USA. Maestría en Gerencia de Empresa y Lcdo. en Contaduría Pública. Coach certificado por la ICF. Psicoterapeuta. Escritor y conferencista en liderazgo, coaching y vida familiar.

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