Hablar es fácil, sale espontáneamente. Pero hablar no es barato, es muy costoso, por el impacto que puede producir. Lo difícil es que las palabras cuenten: generen conexión con nuestro interlocutor, edifiquen al otro, le agreguen valor, comuniquen efectivamente. Arnoldo Arana
La idea de sostener conversaciones extraordinarias es construir y edificar, resolver e integrar, conectarse con el otro, compartir la vida, en vez de hablar para atacar, ofender, enjuiciar, contender o murmurar.
El llamado es a tener conversaciones inspiradoras, que añadan valor a los otros. Las conversaciones pueden ser un catalizador para la transformación de una persona, grupo u organización.
La pregunta que vale la pena hacerse es: ¿Esta conversación me añade valor a mí y/o a mi interlocutor?
En ese sentido el rey Salomón, con su sabiduría milenaria, nos previene contra las formas negativas de la comunicación: “Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; mas la lengua de los sabios es medicina” (Proverbios 12:18). “La lengua de los sabios destila conocimiento; la boca de los necios escupe necedades” (Proverbios 15:2. NBD).
Pero al mismo tiempo nos da unas claves para sostener conversaciones extraordinarias: «Es muy grato dar la respuesta adecuada, y más grato aun cuando es oportuna (a tiempo)” (Proverbios 15:23. NBD). “Decir la palabra adecuada en el momento preciso es como manzana de oro servida en bandeja de plata” (Proverbios 25:11. PDT). “El que es entendido refrena sus palabras; el que es prudente controla sus impulsos” (Proverbios 17:27. NVI). “El que responde antes de oír, le es insensatez y deshonra” (Proverbios 18:13).
Fundamentos de una conversación extraordinaria
Algunas de las características de una conversación efectiva, a la luz de las enseñanzas contenidas en los proverbios del rey Salomón, son:
La honestidad es fundamental en las conversaciones que se sostiene con familiares, amigos y relacionados
“El rey se complace en las palabras de labios justos; ama a quienes hablan con la verdad” (Proverbios 16:13- NTV).
La honestidad deriva en confianza, y sin ésta última es muy difícil crear una atmósfera en la que prospere un intercambio efectivo entre interlocutores.
La precisión y la calidad de la argumentación que acompañan a las conversaciones efectivas (mensaje sólido, bien sustentado) es esencial
Hay gente que habla demasiado, sin cordura ni límites, y sin sentido de lo que dice. Pero la persona sabia emplea pocas y acertadas palabras.
“El que ahorra sus palabras tiene sabiduría; de espíritu prudente es el hombre entendido. Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; el que cierra sus labios es entendido” (Proverbios 17:27-28).
Las conversaciones efectivas son aquellas que están insertas en un ambiente de calma y respeto
“La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor” (Proverbios 15:1).
La palabra dicha con consideración del otro, mantiene un tono emocional adecuado para conversar, sin dar lugar al enojo y la exaltación de los ánimos. La cortesía y la gentileza crean un ambiente psicológico fértil para el entendimiento y la apertura de los interlocutores.
“Al que piensa sabiamente, se le llama inteligente; las palabras amables convencen mejor” (Proverbios 16:21. DHH).
Las palabras necesitan adecuarse al contexto, y requieren ser dichas en el momento oportuno
En comunicación hay un dicho que reza que el contexto le da sentido al mensaje. La comunicación, pues, es comprendida según el contexto en que ocurre. Un mensaje fuera de contexto puede hacer mucho ruido en la comunicación. Por lo tanto, es importante tomar en consideración el momento y lugar en que se da el mensaje, para que el contenido tenga sentido para el otro (a).
“Es muy grato dar la respuesta adecuada, y más grato aun cuando es oportuna (a tiempo)” (Proverbios 15:23. NBD). “Decir la palabra adecuada en el momento preciso es como manzana de oro servida en bandeja de plata” (Proverbios 25:11 – PDT).
Una conversación real y fructífera es bidireccional
Implica hablar, pero también escuchar, para dar lugar a la retroalimentación. Una conversación unidireccional, no es más que un monologo. El objetivo de una conversación no es, esencialmente, aportar información; sino, fundamentalmente, lograr una conexión y comunión.
Por lo tanto, debemos estar abiertos al intercambio de dar y recibir; hablar y escuchar, y evitar monopolizar la conversación, lo cual es una forma de ejercer el poder.
A veces podemos estropear las cosas por ser impulsivos o demasiado lentos para plantear y conversar de determinados asuntos; por comunicar cosas sin tener la maduración del ambiente psicológico requerido para hacerlo, o por expresar las cosas en forma extemporánea.
“El que responde antes de oír, le es insensatez y deshonra” (Proverbios 18:13). “El necio no tiene deseos de aprender; sólo le importa presumir de lo que sabe” (Proverbios 18:2). “El que es entendido refrena sus palabras; el que es prudente controla sus impulsos” (Proverbios 17:27. NVI).
Para reflexionar:
- ¿Cómo son tus conversaciones? ¿Nutritivas o conflictivas, profundas o superficiales, genuinas o artificiales /estereotipadas, animadas o protocolares, francas y sinceras o cargadas de mentiras, propia o ajenas a las necesidades de ambos, contextualizadas o descontextualizadas, oportunas o extemporáneas, asertivas o pasivas /agresivas, genéricas o específicas y descriptivas?
Serie: El valor de las conversaciones extraordinarias – parte II
Nos gustaría poder conocer tu opinión y comentarios sobre este tema, y que juntos podamos crecer con el intercambio de opiniones.
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Para profundizar sobre este tema, recomendamos el libro Cómo conversar con mi pareja con efectividad, que aunque es un libro para parejas, los principios de comunicación que se exponen en el libro, aplican a todo tipo de relación.
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