El empoderamiento tiene que ver con el poder sentido desde el interior, al margen de la situación externa. Tiene que ver con la capacidad de crear el clima interno con que vivimos. La capacidad para auto-motivarnos y energizarnos con miras a enfocarnos en alcanzar los resultados propuestos.

Muchas personas definen el poder con la posición, o la autoridad formal que otorga la investidura de un puesto o cargo, o con la jerarquía organizacional, o con la capacidad de controlar recursos o personas. Pero el poder es una habilidad intrapersonal, interna. No es un asunto de títulos, nombramientos y jerarquías. Tampoco es un asunto de metodologías y herramientas. La capacidad para el poder se construye de adentro hacia afuera, y no está sujeta a influencias externas.

El poder es un desarrollo personal

Es mas un asunto de carácter y habilidad. El proceso del poder se inicia en nosotros mismos.

Proviene del desarrollo de las capacidades, de la visión, de la autoestima, del carácter de la persona. Es mas un asunto de carácter y habilidad, y también de enfoque, porque el enfoque es el que facilita ese desarrollo. Para activar el poder interno – potencial propio (energía, talentos, vocación, personalidad), se requiere contar con propósito, meta que enfoque la energía de la persona.

Tiene que ver con la capacidad de la persona para responder a los retos y desafíos de la realidad. El poder se relaciona, pues, con la habilidad de obtener todo lo que se desea del entorno, considerando lo que está disponible; con la capacidad de traducir intención en realidad, con desplegar la energía necesaria para iniciar y mantener una acción en el tiempo para transformar la realidad circundante. El poder es energía que se mueve hacia objetivos definidos. 

Según esa definición, esa habilidad del poder se desarrolla en la medida que se logra canalizar la energía personal (personalidad, emociones, tiempo, talentos, vocaciones, capacidad de atención) hacia objetivos concretos. Allí es donde interviene el enfoque. El poder – el empoderamiento – depende de la capacidad de generar enfoque, y el enfoque sólo es posible cuando se tienen objetivos concretos.

El poder se desarrolla a través del enfoque

La habilidad del poder se desarrolla en la medida que se logra canalizar la energía personal (personalidad, emociones, tiempo, talentos, vocaciones, capacidad de atención) hacia objetivos concretos. El poder – el empoderamiento – depende de la capacidad de generar enfoque, y el enfoque sólo es posible cuando se tienen objetivos definidos y concretos.

Sin foco u objetivos definidos y concretos, no hay empoderamiento (poder personal, motivación, inspiración, entusiasmo), porque sin objetivos concretos el poder se diluye, se dispersa, o se disipa, al no poder enfocar y canalizar la energía personal (personalidad, emociones, tiempo, talentos, vocaciones, capacidad de atención) hacia una meta u objetivo concreto.

Para reflexionar:

• ¿Logras movilizar tu energía: tiempo, atención, vocación, dinero, recursos, talentos, habilidades hacia objetivos concretos?
• ¿Cómo puedes desatar tu energía para lograr tus objetivos de vida más importantes?

Si quieres desarrollar poder personal, te invitamos a participar en el curso El Poder de una vida con Enfoque , donde compartiremos contigo valiosas herramientas para facilitar que capacidad de empoderarte.

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