Liderazgo es influencia

Sin influencia no existe liderazgo. La influencia está asociada a la confianza que inspira el líder en sus seguidores. Esa es una definición exacta y acertada de lo que es liderazgo. Podemos afirmar enfáticamente que la confianza es el combustible del liderazgo, así como la gasolina es el combustible de un vehículo. Sin gasolina un vehículo no puede andar, asimismo sin confianza no se puede liderar.

El liderazgo está basado en el manejo de las relaciones, y las relaciones son fundadas sobre la confianza. La capacidad del líder de influir tiene su fuente en el alto grado de aceptación del líder. Para poder influir sobre otros, se requiere primero que los seguidores crean en el líder: en su ética, su integridad, su entereza, su competencia. El líder necesita establecer a través de sus comportamientos, de su ejemplo y congruencia, de su credibilidad, su influencia.

Sin confiabilidad no hay confianza, y sin la confianza de los seguidores no hay influencia, y sin influencia no hay liderazgo. Pero antes de la confiabilidad del líder, viene primero su congruencia personal que lo hace predecible ante sus seguidores. Esa es una ecuación de lo que es liderazgo fácil de entender, e infalible.

La congruencia personal (integridad, constancia, comportamiento ajustado a valores declarados) deriva en predecibilidad (sin sorpresas, certidumbre, capacidad del líder de que otros pueden proveer sus comportamientos y actitudes; estabilidad, consistencia y constancia). La predecibilidad genera confiabilidad (posicionamiento a través de las acciones del líder); la confiabilidad gana la confianza (seguridad) de los seguidores. Y la confianza se traduce en influencia (impacto, ascendencia); y la influencia es equivalente a liderazgo (capacidad para influenciar, persuadir, inspirar y guiar a las personas). 

La congruencia personal del líder

El liderazgo, entonces, comienza con la congruencia personal, lo que conlleva la alineación entre las palabras y las acciones, el cumplir las promesas y los compromisos establecidos, practicar de la verdad, actuar con coherencia y en consonancia con los valores declarados. Congruencia alude a constancia, estabilidad, transparencia, autenticidad. La congruencia hace al líder predecible para sus seguidores.

La congruencia tiene su fuente en la integridad del líder. Integridad significa alineación entre pensamiento, emociones y voluntad. Describe a alguien sin hipocresía ni doblez. Lo opuesto a la persona íntegra, es la persona ambigua, de doble ánimo. La integridad es la cualidad o condición de ser entero, completo, no dividido, una totalidad; una persona integrada en su ser: cómo piensa, siente y actúa. Pero también integrada en su hacer, en los diversos roles que desempeña: padre / madre, hijo (a), trabajador, ciudadano, etc., los cuales desempeña en forma balanceada.

Los valores: una condición para la congruencia personal

Especial papel juegan los valores en la congruencia del líder. Los valores son una parte esencial para el ejercicio efectivo del liderazgo. Conforman el sentido ético de la persona, el marco de referencia para darle sentido y significado a sus experiencias.

Los valores del líder dan forma a su identidad. Generan la caracterización con que sus seguidores le perciben. Los valores hablan mucho de quién es el líder como persona, de lo que es importante para su vida, de cuál es su marco filosófico, y cuáles son sus convicciones y creencias.

Para el líder es importante contar con un centro o núcleo que le dé estabilidad y congruencia a sus decisiones. De la congruencia del líder con sus valores y convicciones dependerá la confianza que genera en sus seguidores y, por ende, de la efectividad de su liderazgo.

En ocasiones los líderes son confrontados con dilemas y conflictos que necesitan resolver y fijar posiciones claras en áreas grises. En esos momentos los líderes necesitan cuidarse de no renunciar a sus valores más fundamentales. Cuando se actúa conforme a valores claramente definidos que representan genuinas convicciones, el líder no será emocionalmente fluctuante, ni propenso a reaccionar ante las circunstancias, o manipulaciones de otras personas, problemas, etc., sino que tomará decisiones basadas en sus valores, lo cual les garantiza coherencia y efectividad en el largo plazo, a la vez que le gana un posicionamiento de confianza delante de sus seguidores.

En la medida que los líderes logran transformar sus valores personales en acciones intencionadas, reafirman su liderazgo porque ganan coherencia. De esta forma sus valores actúan como plataforma para renovar sus objetivos, tomar decisiones pragmáticas e inteligentes, fijar posición ante situaciones ambiguas, enfrentar desafíos, etc.

Para reflexionar:

• ¿Manifiesta usted congruencia en sus acciones, por lo que se hace predecible y, por ende, confiable para sus seguidores?

Serie: La ecuación del liderazgo – Parte I

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