¿Por qué es que se discuten los valores hoy en día? Parece que es porque nos estamos apartando de los valores fundamentales que formaron nuestras naciones y culturas. El resultado histórico de esta tendencia es claro: donde no hay valores, basados en principios, las sociedades se derrumban. Dr. Ron Jenson
Apoyándose en los valores para construir flexibilidad psicológica
La salud mental la alcanzamos cuando tenemos flexibilidad psicológica, que se define como:
“La habilidad de vivir aquí y ahora como un ser humano consciente y cambiar o persistir en nuestra conducta cuando hacerlo nos sirve para seguir nuestros valores, o sea, cuando seamos capaces de hacer lo que deseamos sin barreras psicológicas que nos lo dificulten o impidan. Para ello hemos de poner en marcha una serie de procesos básicos entre los que está la elección de nuestros valores, que se definen como “consecuencias de nuestras acciones, deseadas a largo plazo”.
El ser congruente con los valores identificados y comprometidos, es esencial para la congruencia personal y, en consecuencia, para la salud psicológica. Ser efectivo y sano psicológicamente, implica traducir nuestros valores en acciones diarias. El compromiso con ellos y la realización de acciones comprometidas con el avance en la dirección que nos marcan son claves en la consecución de la flexibilidad psicológica.
Los valores: un cimiento sobre los que construir nuestro desempeño
«Los valores pueden ser los pilares que le ayuden al líder a mantenerse y mantener firme y enfocada a su gente en medio del cambio del mundo actual” (J. Sampedro).
En un mundo de cambios acelerados e incertidumbre y complejidad, los valores suministran una guía para la conducta de las personas en las organizaciones y en cualquier ámbito de la vida; para alinear las conductas y actitudes en el sitio de trabajo, en la familia, la comunidad, etc. La complejidad de los cambios sociales, políticos, económicos, tecnológicos, etc., demandan un núcleo donde anclar las acciones de las personas, para tener directrices claras.
Las tres constantes
Dice S. Covey que en las organizaciones hay tres constantes: el cambio, los principios y valores (los cómo no negociables) y la elección (el poder que las personas tienen para accionar). Si la persona tiene valores claros y arraigados, dispondrá de una utilísima herramienta para adaptarse al cambio teniendo los valores como guías a la hora de elegir. Entonces, los valores funcionando como marco de referencia, no darán oportunidad a la ambigüedad, la confusión y la incertidumbre.
Así, las personas y las organizaciones necesitan amarrarse a un núcleo que no cambie. Si las personas tienen valores como centro, entonces tienen un núcleo que les dé estabilidad para sus decisiones y acciones; que les de la capacidad de enfrentar los cambios dinámicos del entorno.
Para reflexionar:
- ¿Qué papel juegan tus valores en tus decisiones?
Agradecemos tu apoyo para difundir estos temas que creemos son útiles para el desarrollo personal. Puedes darle click en los iconos de las redes sociales, o puedes recomendar esta lectura. También nos gustaría conocer tu opinión.
!Juntos podemos marcar una diferencia!
#valores #flexibilidadpsicológica #alineación #líderes
0 comentarios
Trackbacks/Pingbacks