¿Qué es la ansiedad?

Arnoldo Arana

Doctorado en Consejería de la Universidad Rhema en Jacksonville, Florida – USA. Maestría en Gerencia de Empresa y Lcdo. en Contaduría Pública. Coach certificado por la ICF. Psicoterapeuta. Escritor y conferencista en liderazgo, coaching y vida familiar.
1 abril 2022

El amor mira hacia el futuro, el odio hacia el pasado, la ansiedad tiene ojos en todas las direcciones. Mignon McLaughlin

¿Es una enfermedad, o una emoción, o un instinto, o un síndrome, o un síntoma, o un trastorno, o un mecanismo adaptativo?

Puede resultar complejo definir la ansiedad, y más difícil determinar a sus causas.

Afán, inquietud, preocupación, aprensión. ¿Qué le sugieren estas palabras? Estas palabras están ligadas a la ansiedad.

La ansiedad: un mecanismo adaptativo

La ansiedad es un sistema de alerta normal, adaptativo y universal.

Creo que lo que mejor define la ansiedad es un mecanismo adaptativo. La ansiedad es un mecanismo adaptativo de defensa (protección) que nos prepara para responder a los retos y desafíos que pueden percibirse como amenazas y peligros. Su función es advertir y movilizar al organismo, manteniéndolo alerta. Así, la ansiedad nos empuja a tomar medidas (huir, evitar, atacar, neutralizar, paralizarse, afrontar, adaptarse, etc.) que eliminen o minimicen las consecuencias de una  posible amenaza. De esa forma puede ser habilitante para enfrentar desafíos y retos.

La ansiedad es una respuesta que surge de manera automática, involuntaria e inconsciente en preparación (activa física y emocionalmente) para actuar en situaciones percibidas como amenaza.

Cuando la ansiedad es normal y adaptativa

La ansiedad es normal y adaptativa cuando facilita la adaptación a la situación o contexto. En ese caso:

  • Es proporcional al reto / desafío real que la origina.
  • Es transitoria: desaparece a la par de la situación que provoca la ansiedad.
  • Permite poner en marcha los recursos o habilidades necesarios para afrontar la situación.

El problema surge cuando la ansiedad se descalibra y se vuelve desadaptativa. Cuando la ansiedad supera un determinado umbral en su intensidad o se mantiene un tiempo muy prolongado, deja de considerarse adaptativa. Esta situación es la que marca el comienzo de un trastorno de ansiedad, porque empieza a provocar aprensión excesiva, malestar significativo y un debilitamiento en el rendimiento y en el desenvolvimiento de la vida cotidiana. Entonces, la experiencia de ansiedad puede resultar abrumadora.

La ansiedad: una alarma desconfigurada

La ansiedad puede ser asimilada a un mecanismo adaptativo más que a una enfermedad, a menos que se vuelva desadaptativa. Eso ocurre cuando este mecanismo adaptativo se descalibra (desequilibrio de los sistemas de respuesta normal de ansiedad) en un momento determinado en nuestra vida, y pierde su función de protección-adaptación, y genera, por el contrario, perturbación, incapacidad, sufrimiento, malestares significativos, con síntomas físicos, psicológicos y conductuales en nuestra vida.

Si nos imaginamos una alarma de una casa o un vehículo podemos imaginarnos cómo funciona la ansiedad. La alarma puede ser muy útil para prevenir la acción de un ladrón que intenta hurtar la casa o el vehículo. Pero si la alarma se descompone y, como consecuencia, se vuelve hipersensible, entonces el más mínimo ruido o movimiento hace que se active, y termine trastocando la vida del dueño de la casa / vehículo.

Así sucede con la ansiedad cuando se vuelve desadaptativa, el mecanismo natural de alarma contra amenazas y peligros, se descalibra, se ve desbordado, y comienza a funcionar incorrectamente, activándose en forma desproporcionada por cualquier cosa, aun ante peligros irreales.

Cuando la ansiedad comienza a cronoficarse en nuestra vida, entonces se puede dar lugar a los trastornos de ansiedad, tales como la ansiedad generalizada, los ataques de pánico, las fobias y los trastornos obsesivos-compulsivos, entre otros. Y más allá de los llamados trastornos de ansiedad, ésta es, además, un componente importante de otros problemas, tales como: problemas de alimentación, conflictos interpersonales, problemas sexuales, bajo rendimiento, molestias físicas de origen psicosomático, entre otros.

La ansiedad, entonces, puede ser tanto beneficiosa como limitadora, dependiendo de la intensidad y frecuencia con que se presenta. La ansiedad puede ser ángel o demonio.

Comparación ansiedad adaptativa y desadaptativa

DescripciónAnsiedad adaptativaAnsiedad desadaptativa
ReacciónEs proporcional a la amenaza, reto o desafío real que la origina.

 

Desproporcionada al tamaño de la amenaza percibida.
DuraciónEs transitoria: desaparece a la par que la situación que provoca la ansiedad. Duración limitada y corta generalmente.

 

Duración prolongada. Generalizada.
Disponibilidad de recursos de afrontamientoPermite poner en marcha los recursos o habilidades necesarios para afrontar la situación de la que se trate. Aumenta la capacidad de respuesta ante situaciones amenazantes y/o retadoras.

 

Conductas recurrentes de evitación y escape. Interfiere en la capacidad de la persona para afrontar las circunstancias difíciles, y la persona pierde capacidad de funcionamiento. Se vuelve inhabilitante
RecurrenciaPocos episodios.Episodios repetidos.
Interferencia en la vida cotidianaEscasa. No interfiere en la vida cotidiana.Profunda interferencia en la vida cotidiana.
JustificaciónEs una respuesta motivada y explicable.Inmotivada e inexplicable.
ContextualizaciónEs una respuesta adaptativa.Es un respuesta desadaptativa.
Grado de sufrimiento que ocasionaLimitado y transitorio. Sufrimiento pasajero.Alto y duradero. Sufrimiento crónico.
Tipo de pensamientosNo implica distorsiones cognitivas.Pensamientos distorsionados.
Calidad de la experienciaDesagradable, pero no demasiado. No incapacitanteDesagradable en grado alto e incapacitante.
SíntomasLimitados. Ejemplo.: nerviosismo, preocupación, inquietud.Intensos, graves y frecuentes. Ejemplo: obsesiones, taquicardias, ahogos, etc.
CausasLos conflictos están menos internalizados, las causas son menos profundas, son más actuales.Conflictos pretéritos intrapsíquicos no resueltos y que se mantienen hasta el presente, y que se expresan a un nivel inconsciente.

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Arnoldo Arana

Doctorado en Consejería de la Universidad Rhema en Jacksonville, Florida – USA. Maestría en Gerencia de Empresa y Lcdo. en Contaduría Pública. Coach certificado por la ICF. Psicoterapeuta. Escritor y conferencista en liderazgo, coaching y vida familiar.

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